jueves, 25 de junio de 2009

La unidad de mando

Todas las actividades que lleva a cabo la empresa responden a una misión que se establece desde el punto de partida de su creación. Esta misión se subdivide en una serie de objetivos sujetos a distintas variables (tiempo de ejecución, naturaleza o contenido del objetivo) que la empresa se marca para perpetrar su desarrollo.

Para el alcance de tales objetivos es necesaria una serie de estrategias cuya organización marca la pauta de actuación de todos los empleados bajo la supervisión de los distintos responsables a varios niveles jerárquicos.

Si todo este aparato se obvia, lo primero que se ha de tener en cuenta es el riesgo que conlleva el hecho de que estas estrategias no sean diseñadas por una misma persona que actúe como el cerebro interconector de los elementos que forman parte de la realidad compleja y cambiante de la empresa.

Pese a que esta persona pueda tomar las decisiones conjuntamente con un aparato de gestión y asesoramiento, se ha de tomar como el referente para toda la organización (desde los jefes encargados de la supervisión del personal hasta el último empleado de la empresa).

Sólo así se podrá salvaguardar la coherencia de la empresa y todas sus actuaciones, además de que se asegura la previsión de las consecuencias de posibles problemas que puedan producirse.

En el caso de las empresas de organización alternativa, el funcionamiento se efectúa a modo de asamblea, es decir, que cada persona de la empresa puede tomar parte en la toma de decisiones y aporta sus ideas en cuanto a la actividad de la misma. Esta forma en principio tan simple puede conllevar el germen de la destrucción de la empresa, porque para llevarla a la realidad cada persona ha de estar en un mismo nivel de implicación. Se trata de un juego de presión y distensión; a saber, si todos los miembros que forman parte del conjunto deliberador tiene una misma responsabilidad intrínseca en todos sus actos, o si por el contrario, es necesario la figura de una persona que supervise el modo de implicación de los trabajadores.

Hay que señalar que con este modelo empresarial se elimina toda diferencia en cuanto a retribución. Si todos los integrantes de la empresa no tienen diferencias en cuanto a su puesto (ya que toman decisiones, emplean su tiempo en el buen funcionamiento, controlan los resultados aportan soluciones para posibles desviaciones en el desarrollo de la actividad, etc) la contraprestación económica por los servicios prestados ha de ser la misma que el resto de sus colegas.

Este modelo organizativo exige por tanto, de unos profesionales, en el caso de la empresa informativa, altamente formados tanto en materias referentes a la información y toda la responsabilidad que conlleva el oficio, como en ámbitos de gestión empresarial. Ellos mismos son empleados, manipuladores de la información y además directivos. Responsables éticos y económicos de los resultados de su actividad y también del efecto que tiene ésta en la sociedad.

miércoles, 24 de junio de 2009

Radios libres: movilización


El papel fundamental de las radios libres es el de contrainformar y por supuesto, el de movilizar a la sociedad aletargada. Con la contrainformación estos medios pretenden mostrar a la luz pública la mentira creada por los grandes medios actuales. Los medios alternativos dan otra versión de los acontecimientos, aportando datos que se han silenciado. Entre los objetivos principales estará el de ir lo más lejos posible, es decir, profundizar en lo que no se ha mostrado. Es una forma de horizontalidad informativa, donde no existe la manipulación y los sectores sin voz comienzan a tenerla. Estos medios apuestan por el cambio social, cosa que los medios de comunicación impuestos no pretenden. La radio es un medio transmisor de voces, vehículo de emociones y sentimientos colectivos; por lo que es el medio ideal para provocar en la audiencia la movilización.
Estas radios libres presentan algunos problemas a la hora de ponerlas en práctica: los organizativos y los derivados de la emisión. En cuanto al primer problema podemos destacar la falta de implicación, las jerarquías, los líderes naturales, la información restringida, la falta de relación personal, el amiguismo o la falta de debate. Refiriéndonos ahora al segundo problema, destacaremos como puntos principales: el no profesionalismo, el excesivo factor de espontaneidad por no existir un guión (puede distorsionar el mensaje a transmitir), convertir la radio en un juguete o en un pasatiempo, reducir la radio a un simple experimento entre colegas, no mantener una relación directa con el movimiento anticapitalista, copiar esquemas de otros medios, etc.

La radio es la voz

Las radios alternativas son consideradas medios artesanales en su mayoría, además de ser clasificadas como políticamente críticas con el sistema capitalista y la sociedad burguesa. Las llamadas radios libres son también alternativas y a la par clandestinas (puesto que están fuera de la ley). Centrándonos en estos aspectos, las radios alternativas, por lo general tienen una organización dirigente, combativa y revolucionaria; que dan unos medios conductores, agitadores y subversivos. En cambio, las radios libres tienen una organización asamblearia, autónoma y pluridireccional que provocan radios colectivizadas e independientes. Estos últimos medios, no se identifican con una opción ideológica clara, por lo que abarcan los campos y las luchas sociales que sus componentes desean.
Pero lo realmente importante, es que este tipo de radios o de medios en general existan y se consoliden en la práctica. De nada sirve autoproclamarse medio alternativo, si en el fondo se es un medio totalmente sumiso al capitalismo. La posición de defensa de la información silenciada, el carácter subversivo, las estructuras y demás características, son las que hacen que un medio alternativo lo sea.
Hablando de la radio, es preciso destacar un escrito de Mario Benedetti. El escritor uruguayo presentó dentro de sus cuentos y relatos un tema dedicado a la radio con el título de “Voz en cuello”, en el cual resalta el proceso comunicativo intimista que se produce entre en el locutor al dirigirse en un monólogo a sus oyentes: “A esta altura, sé que ustedes son pocos pero fieles. Sólo tenemos la palabra como hilo conductor, como punta y pauta del diálogo. No los veo, pero les pongo rostros, miradas, gestos. Por suerte, mi soledad inventa, es imaginativa. Si no los creara (yo, a ustedes), así, sea premeditadamente, no podría exiliarme del silencio. Sepan que el ánimo no me alcanza para soportar el vacío. Menos aún para interpretarlo, para hablar a un agujero que es nadie (…) Yo creo que este programa, esta emisora, como tantos programas y emisoras, sirven, entre otras cosas, para enganchar soledades”.

Comunicación para todos y de todos

La comunicación alternativa es el rechazo a la comunicación vigente. No se trata de una comunicación que se fundamente en la espectacularidad de los hechos y su posterior explotación comercial (ni mucho menos), no trata de ser atractiva; aunque por el simple hecho de ser alternativa a lo impuesto, ya dice mucho a su favor. No es una información manipulada, es la información en estado puro. Dentro de estos medios alternativos existen varias clasificaciones: los distintos a los de la política oficial; los proletarios, sindicales y obreros; los artesanales y políticamente críticos del sistema capitalista y la sociedad burguesa; y los clandestinos o subterráneos. Esta clasificación que realizan algunos de los que trabajan sobre estos medios alternativos, no son más que etiquetas que resumen lo que en realidad se engloba dentro de este tipo de comunicación para todos.

domingo, 14 de junio de 2009

Fly Music

Fly Music era un nuevo canal que apareció en 2005 con la llegada de la nueva televisión digital. Proponían al ser un programa musical, una oferta diferente a la existente en el panorama televisivo de entonces. Se escuchaba rock, pop, electro,minimal, jazz, soul y country. Además hacían apuestas nacionales e internacionales de lo mejor. Era una apuesta joven pero con fuerza que ayudado consiguió hacerse con un público que cada vez se hacía mayor.
Pertenecían al grupo vocento y a éste le pareció poca la audiencia que tenía. Sólo un 0,2% decidiendo así ponerle fin a la cadena musical.
Los grandes decidieron sustituir un programa de calidad por Disney Channel que iba a ser bastante más barato , ya que no necesitaba a nadie en la realización del programa, además de estar respaladado por una gran oferta publicitaria.
De modo que la cadena Fly Music terminó, para ser sustituida por el mítico Mickey Mouse y sus amigos.

Le Monde Diplomatique

El diario Le Monde Diplomatique es una publicación francesa que se publica de forma mensual. Fue creado por Herbert Bave-Méry en el año 1954. En este periódico los artículos tratan sobre política, cultura y actualidad mundial. Son bastante largos y sostienen opiniones bien defendidas y generalmente respaldadas por expertos.
Actualmente el director de Le Monde Diplomatique es el semiólogo y periodista español, Ignacio Ramonet.
Generalmente los medios alternativos cumplen la función de oposición de los medios que dominan pero esto no siempre debe ser así. No se trata de ser un medio revolucionario sino de que ofrezca otras cosas, un abanico de posibilidades que no se puede encontrar en los medios convencionales. Un medio alternativo requiere seriedad y profesionalidad.
Prueba de ello son los Observatorios de Medios de Comunicación con los que pretenden conseguir basarse en el ética y en la moral, además de castigar las faltas de honestidad mediática a través de informes e investigaciones que realizan y luego difunden. Estos observatorios los componen tres tipos de miembros: periodistas profesionales de diversos medios, universitarios e investigaciones y usuarios de los medios.

viernes, 12 de junio de 2009

La función social de los medios de comunicación

En cuanto a la función esencial que cumplen los medios de comunicación en la sociedad hay que señalar ciertos aspectos.
En primer lugar, el sentido práctico que cumplen para la formación de un ideario social libre y plural. La fundamental labor de crear opinión útil para el funcionamiento de la sociedad y la vida en común.
En cuanto a las teorías que ahondan en la mirada crítica de la sociedad de la información, destacan aquellas que afirman que el término “información” se halla despojado de su sentido primigenio: el de dar forma.
Ante esto cabe plantearse: ¿quién está legitimado para configurar o dar forma a la sociedad, dotarla de significado?
Esta es una pregunta que se erige en un futuro muy próximo (de hecho, un presente) en que cada usuario puede obtener información de aquella parcela de la realidad sobre la que tiene interés, e incluso, puede configurar su espacio propio de elaboración de mecanismos comprensibles del entorno. Pero, ¿dónde queda lo demás? ¿Aquello al margen de la atención pública? ¿Dónde queda ese ámbito entre el “plato a la carta” y el intento por crear una visión del mundo lo más amplia y rica posible, como pretensión de alcanzar la complejidad del mundo contemporáneo?
¿Quién tiene capacidad para decidir qué es importante y qué no?
En un tiempo en que la autorreferencialidad en los medios de comunicación y la continua alusión (casi etérea) al mercado por parte de la información, llamada responsabilidad social de los mass-media parece difuminarse.
La vía de diferenciación para los medios de comunicación y la explotación de su ventaja competitiva más coherente sería mediante la oferta de un producto mejorado: una información que brillara por su preparación y su utilidad social posterior para crear conciencia. Parece que las soluciones que se han tomado al respecto (red de correponsalías, la conexión con agendas internacionales de noticias) no ha repercutido en dar una información verdaderamente trascendente para el tejido social. Y lo que es más incidente aún, se ha visto desvirtuado un proceso en que periodistas se trasladan a lugares donde se supone “está la noticia” para transmitir datos insustanciales, que en ocasiones tienen repercusiones en la intimidad de las personas y su desarrollo.
En el periodismo español no se perciben muchas diferencias entre las agendas mediáticas de los grandes medios de referencia. Respecto a esta realidad cabe reflexionar acerca de la pasividad del público: de la posición activa de un receptor que contrasta calidad informativa y que además, ejerce su capacidad de emplear las nuevas tecnologías de la información para encontrar en los medios un soporte apto para su voz y pronunciamientos.
La libertad de información es un derecho de cualquier ciudadano, de cualquier persona por el mero hecho de serlo, y no viene sujeto a ningún tipo de contrato social ni jurídico, ni legislativo. No existe coartación alguna para ello, sino decisión de ejercerlo como derecho. No obstante, la necesidad de unos profesionales de la información que contextualicen los acontecimientos mediáticos en la realidad compleja y cambiante, es crucial para mantener a las personas despiertas.
De nuevo nos enfrentamos con una doble vertiente: ¿cualquier persona tiene capacidad para articular una visión del mundo para difundirla o ha de consolidad la suya propia?
Nos gusta pensar en los receptores de la información como niños que observan por un caleidoscopio. Sin saber en qué sentido girarlo, sin preocuparse si la luz que atraviesa la lente es azul, verde, roja…sino creando su propia perspectiva.